INGLES,ITALIANO,FRANCES Y ALEMAN

miércoles, 17 de octubre de 2012

ALERGIA ALIMENTARIA

Erasmo Nava Espíritu*   
I
Mochitlán:
pueblo lleno de amor y de silencios,
de viento y de esperanzas.

Me detendré un instante aquí:
a dialogar y a compartir los sueños
de mi gente.
Aquí donde las grandes avenidas se esfumaron
y con bifurcaciones aparecen los caminos.
Aquí donde las piedras lloran
y las tierras de labor
se agachan y suspiran hasta que llega el alba;
aquí donde las flores ríen y los pintorescos
paisajes se amontonan.

Aquí donde nací, aquí estaré,
después de haber andado los caminos;
uniré mi voz a la de mis ancestros
y evocaré los cantos más antiguos.

Cantaré con la mujer que entre las sombras
lleva diez lunas llenas en sus brazos;
cantaré con el “agricultor” que siembra:
las sonrisas, el amor y la esperanza quieta;
cantaré con mis amigos “taberneros”:
por la bebida que se esconde y se agazapa,
beberé el elíxir de esa planta
que gota a gota, ríe y se carcajea;
cantaré con todas las mujeres
de los extraños y arcaicos “Lavaderos”;
cantaré y disfrutaré en la senda de “El Chorrito”
con sus aromas de libertades ciegas;
entonaré los cantos más sagrados
del camino de “El Tanque” hacia el Naranjo;
dirigiré mis pasos a “La Boca del Molino”
y escucharé el canto de insólitos fantasmas;
subiré al cerro del “Tepoltzin”
y con un pedernal espantaré a los dioses;
observaré en lo profundo al “Río Salado”
que se mueve lento con la lluvia:
como serpiente ciega entre la hierba;
contemplaré vehemente
al “Río Zacapochapa”
que rueda eterno con el alba:
rueda con él la vida, rueda con el recuerdo,
rueda en sus rojas aguas el silencio;
y en las oscuras aguas del “Río Huacapa”:
angustiado y olvidado llora un muerto.

Después,
llegaré hasta la iglesia de mi pueblo
y lloraré por sus palmeras muertas.
Al llegar hasta aquí,
me consternó ese llanto:
de días aciagos que atormentaron a mi gente.

II
El silencio y fuerte viento de la tarde          
desplegaron sus alas y volaron,       
llegaron a las palmeras de mi pueblo        
y proclamaron:        
-¡resistan, no morirán!-    
-¡resistan, no morirán!-;              
ellas, espantadas y angustiadas
de repente se pusieron a temblar,              
cuando manos asesinas                  
con poderosas máquinas                           
comenzaron a cortar;            
esto fue, a ras de suelo.

Tres fatídicos días fueron                
los que hubo que soportar,                                
todos del mes de marzo    
del año de dos mil nueve;    
esto fue, a ras de suelo.

Sabiendo ya la noticia,
no huyeron, ni se movieron,
se preparaban alegres
para un evento especial:
dar sombra al que asistirá
a la fiesta patronal;
esto fue, a ras de suelo.

Casi un siglo de existencia:
fueron el símbolo ideal
de ese prodigioso pueblo;
además, ayudaron con su sombra
a impedir que se acelere
lo que se ha dado en llamar:
“calentamiento global”;
por ello es que la noticia
a todos impresionó;
las palmeras nunca huyeron
de pie a todas destruyeron;
esto fue, a ras de suelo.

Las gentes en las esquinas
se agolparon sorprendidas,
preguntaban y decían:
-¡madre mía!,
-¡cortaron ya las palmeras
que dieron vida a la iglesia!-,
-¿quién cometió semejante atrocidad?-,
-¡dicen que fue la autoridad municipal!-,
contestaron otros;
pero otros más, aún preguntaban:
-¿cuántas palmeras fueron?-,
-¡afirman que veintiséis
y otros árboles que había!-;
esto fue, a ras de suelo.
La noticia se esparció:
va por el mundo entero,
y yo me pongo a pensar
quién dio golpe tan certero;
esto fue, a ras de suelo.

Después,
la duda a mí me intrigó
y quise ir a comprobar,
ahí en el atrio parado
ante un cuadro sin igual:
de troncos estaba lleno
todos ellos de palmeras
y algunos árboles más.
Pasaba del medio día
y ante el calor sofocante,
a lo lejos serpenteaba
como si eso fuera el mar
el vapor que desprendía
la tierra de ese lugar,
y en las calles se escuchaban
las salmodias y algo más:
un olor a incienso y lilas,
que al ambiente dominó;
al tiempo que de la iglesia
desfilaban tantas danzas
que al parecer son fantasmas
que a la distancia se pierden,
al decir de algunas gentes:
-parece que levantaban
una enérgica protesta
ante tan vil agonía
de criaturas indefensas-;
esto fue, a ras de suelo.

Por ello,
dancen palmeras, dancen,
y vayan al más allá,
que lo que a ustedes pasó
se registró aquí en la historia
de la infamia a Mochitlán;
esto fue, a ras de suelo.
Erasmo Nava Espíritu*   
I
Mochitlán:
pueblo lleno de amor y de silencios,
de viento y de esperanzas.

Me detendré un instante aquí:
a dialogar y a compartir los sueños
de mi gente.
Aquí donde las grandes avenidas se esfumaron
y con bifurcaciones aparecen los caminos.
Aquí donde las piedras lloran
y las tierras de labor
se agachan y suspiran hasta que llega el alba;
aquí donde las flores ríen y los pintorescos
paisajes se amontonan.

Aquí donde nací, aquí estaré,
después de haber andado los caminos;
uniré mi voz a la de mis ancestros
y evocaré los cantos más antiguos.

Cantaré con la mujer que entre las sombras
lleva diez lunas llenas en sus brazos;
cantaré con el “agricultor” que siembra:
las sonrisas, el amor y la esperanza quieta;
cantaré con mis amigos “taberneros”:
por la bebida que se esconde y se agazapa,
beberé el elíxir de esa planta
que gota a gota, ríe y se carcajea;
cantaré con todas las mujeres
de los extraños y arcaicos “Lavaderos”;
cantaré y disfrutaré en la senda de “El Chorrito”
con sus aromas de libertades ciegas;
entonaré los cantos más sagrados
del camino de “El Tanque” hacia el Naranjo;
dirigiré mis pasos a “La Boca del Molino”
y escucharé el canto de insólitos fantasmas;
subiré al cerro del “Tepoltzin”
y con un pedernal espantaré a los dioses;
observaré en lo profundo al “Río Salado”
que se mueve lento con la lluvia:
como serpiente ciega entre la hierba;
contemplaré vehemente
al “Río Zacapochapa”
que rueda eterno con el alba:
rueda con él la vida, rueda con el recuerdo,
rueda en sus rojas aguas el silencio;
y en las oscuras aguas del “Río Huacapa”:
angustiado y olvidado llora un muerto.

Después,
llegaré hasta la iglesia de mi pueblo
y lloraré por sus palmeras muertas.
Al llegar hasta aquí,
me consternó ese llanto:
de días aciagos que atormentaron a mi gente.

II
El silencio y fuerte viento de la tarde          
desplegaron sus alas y volaron,       
llegaron a las palmeras de mi pueblo        
y proclamaron:        
-¡resistan, no morirán!-    
-¡resistan, no morirán!-;              
ellas, espantadas y angustiadas
de repente se pusieron a temblar,              
cuando manos asesinas                  
con poderosas máquinas                           
comenzaron a cortar;            
esto fue, a ras de suelo.

Tres fatídicos días fueron                
los que hubo que soportar,                                
todos del mes de marzo    
del año de dos mil nueve;    
esto fue, a ras de suelo.

Sabiendo ya la noticia,
no huyeron, ni se movieron,
se preparaban alegres
para un evento especial:
dar sombra al que asistirá
a la fiesta patronal;
esto fue, a ras de suelo.

Casi un siglo de existencia:
fueron el símbolo ideal
de ese prodigioso pueblo;
además, ayudaron con su sombra
a impedir que se acelere
lo que se ha dado en llamar:
“calentamiento global”;
por ello es que la noticia
a todos impresionó;
las palmeras nunca huyeron
de pie a todas destruyeron;
esto fue, a ras de suelo.

Las gentes en las esquinas
se agolparon sorprendidas,
preguntaban y decían:
-¡madre mía!,
-¡cortaron ya las palmeras
que dieron vida a la iglesia!-,
-¿quién cometió semejante atrocidad?-,
-¡dicen que fue la autoridad municipal!-,
contestaron otros;
pero otros más, aún preguntaban:
-¿cuántas palmeras fueron?-,
-¡afirman que veintiséis
y otros árboles que había!-;
esto fue, a ras de suelo.
La noticia se esparció:
va por el mundo entero,
y yo me pongo a pensar
quién dio golpe tan certero;
esto fue, a ras de suelo.

Después,
la duda a mí me intrigó
y quise ir a comprobar,
ahí en el atrio parado
ante un cuadro sin igual:
de troncos estaba lleno
todos ellos de palmeras
y algunos árboles más.
Pasaba del medio día
y ante el calor sofocante,
a lo lejos serpenteaba
como si eso fuera el mar
el vapor que desprendía
la tierra de ese lugar,
y en las calles se escuchaban
las salmodias y algo más:
un olor a incienso y lilas,
que al ambiente dominó;
al tiempo que de la iglesia
desfilaban tantas danzas
que al parecer son fantasmas
que a la distancia se pierden,
al decir de algunas gentes:
-parece que levantaban
una enérgica protesta
ante tan vil agonía
de criaturas indefensas-;
esto fue, a ras de suelo.

Por ello,
dancen palmeras, dancen,
y vayan al más allá,
que lo que a ustedes pasó
se registró aquí en la historia
de la infamia a Mochitlán;
esto fue, a ras de suelo.

Es una respuesta inmunitaria exagerada desencadenada por el consumo de huevos, maní, leche o algún otro alimento específico.

Causas

Muchas personas tienen lo que se denomina intolerancia a los alimentos. Este término se refiere a acidez, cólicos, dolor abdominal o diarrea que pueden ocurrir después de comer alimentos como:
Una verdadera alergia a un alimento es mucho menos común:
  • Normalmente, la respuesta inmunitaria del cuerpo lo protege contra sustancias potencialmente nocivas, como bacterias, virus y toxinas. 
  • En algunas personas, esta respuesta inmunitaria se desencadena por un alimento determinado.
  • Cuando esto ocurre, el sistema inmunitario del cuerpo libera sustancias que causan síntomas de alergia alimentaria.  
Cualquier alimento puede causar una reacción alérgica, pero sólo unos cuantos alimentos son los principales culpables. Las alergias alimentarias más comunes son a: 
  • Los huevos (principalmente niños)
  • El pescado (niños mayores y adultos)
  • La leche (principalmente niños)
  • El maní (personas de todas las edades)
  • Los mariscos, como camarón, cangrejo y langosta (personas de todas las edades)
  • La soya o soja (principalmente niños)
  • Los frutos secos (personas de todas las edades)
  • El trigo (principalmente niños) 
Los aditivos alimentarios, como colorantes, espesantes y conservantes, rara vez pueden causar una alergia alimentaria o reacción de intolerancia. Algunas personas tienen un síndrome de alergia que afecta la boca y la lengua después de comer ciertas frutas y verduras frescas. 
  • Los melones, las manzanas, la piña y otros alimentos que contienen sustancias son similares a ciertos pólenes.
  • La reacción ocurre con mayor frecuencia cuando los alimentos se comen crudos. La gravedad de la reacción depende de la cantidad de alimento que se consuma. 

Síntomas

Los síntomas generalmente comienzan en un lapso dos horas después de comer. Aunque raramente, los síntomas también pueden comenzar varias horas después de consumir el alimento.
Si usted presenta síntomas poco después de consumir un determinado alimento, es posible que tenga una alergia alimentaria. Entre los signos claves están la urticaria, una voz ronca y las sibilancias.
Otros síntomas que se pueden presentar abarcan:
Síntomas del síndrome de alergia bucal (oral):
  • Picazón en los labios, la lengua y la garganta
  • Hinchazón de los labios (algunas veces)

Pruebas y exámenes

En las reacciones graves, usted puede tener presión arterial baja y bloqueo de las vías respiratorias.
Algunas veces, se emplean pruebas cutáneas o exámenes de sangre para confirmar que usted tiene una alergia. Una prueba doble ciego con exposición al alimento es una forma de diagnosticar las verdaderas alergias alimentarias. Durante este examen, usted y su médico no conocerán lo que usted está comiendo.
Con las dietas de eliminación, usted evita el alimento sospechoso hasta que desaparezcan los síntomas. Luego, comienza a ingerir el alimento de nuevo para observar si desarrolla una reacción alérgica.
En la prueba de provocación (prueba de exposición), usted ingiere una pequeña cantidad del alimento sospechoso bajo supervisión médica. Este tipo de examen puede ocasionar reacciones alérgicas graves y sólo debe ser realizado por un médico.
Nunca trate de causar una reacción o reintroducir un alimento por cuenta propia. Estas pruebas sólo se deben llevar a cabo bajo la dirección de un médico, especialmente si la reacción inicial fue grave.

Tratamiento

El único tratamiento comprobado para la alergia alimentaria es evitar el alimento. No se ha demostrado claramente que otros tratamientos, entre ellos vacunas antialérgicas y probióticos, ayuden con las alergias alimentarias.
Si su hijo tiene un problema con la fórmula de leche de vaca, su médico puede sugerirle que ensaye una fórmula de leche a base de soja (soya) o algo llamado fórmula elemental, si hay disponibilidad.
Si sospecha que usted o su hijo tienen alergia a un alimento, consulte con un alergólogo.
Si tiene síntomas únicamente en un área del cuerpo (por ejemplo, una roncha en el mentón después de comer el alimento), es posible que no se requiera ningún tratamiento y los síntomas probablemente desaparecerán en poco tiempo. Los antihistamínicos pueden aliviar la molestia y las cremas balsámicas para la piel pueden brindar algún alivio.
Consulte con el médico si piensa que ha tenido una reacción alérgica a una comida, incluso si es solamente una reacción local.
Cualquier persona a la que se le haya diagnosticado una alergia alimentaria debe llevar a toda hora consigo epinefrina inyectable y debe saber cómo usarla. Si usted presenta cualquier tipo de reacción grave o en todo el cuerpo, incluso urticaria, después de comer el alimento:
  • Inyéctese la epinefrina.
  • Luego acuda de inmediato al hospital o sala de urgencias más cercana, preferiblemente en ambulancia. 

Grupos de apoyo

Food Allergy and Anaphylaxis Network: www.foodallergy.org

Pronóstico

Muchos niños superan su alergia a la leche, los huevos, el trigo o la soya (soja) para cuando tienen 5 años de edad si evitan el alimento cuando son pequeños. Las alergias al maní, las nueces y los mariscos tienden a durar toda la vida.
Evitar los alimentos desencadenantes puede ser fácil si el alimento no es común o es fácil de identificar. Sin embargo, tal vez sea necesario restringir su dieta al máximo, leer con cuidado todos los ingredientes en los envases y hacer preguntas detalladas al comer fuera del hogar.

Posibles complicaciones

La anafilaxia es una reacción alérgica generalizada y grave que es potencialmente mortal. Aunque las personas que sufren del síndrome de alergia oral rara vez sufren una reacción anafiláctica, deben preguntarle a su médico si necesitan llevar consigo epinefrina inyectable.
Las alergias alimentarias pueden desencadenar o empeorar el asma, el eccema u otros trastornos.

Cuándo contactar a un profesional médico

  • Llame al número local de emergencias, como el 911 en los Estados Unidos, si sufre cualquier reacción grave o generalizada en el cuerpo (particularmente sibilancias o dificultad respiratoria) después de consumir un alimento .
  • Si el médico le ha recetado epinefrina para contrarrestar las reacciones graves, inyéctesela lo más pronto posible, incluso ANTES de llamar al 911. Cuanto más rápido se inyecte la epinefrina, mejor.
  • Cualquier persona que haya tenido una reacción alérgica a un alimento debe ser evaluada por un especialista en alergias (alergólogo).

Prevención

La lactancia materna puede ayudar a prevenir las alergias. Aparte de esto, no hay una forma conocida de prevenir las alergias alimentarias, excepto demorar la introducción de alimentos causantes de alergias en los bebés hasta que el tracto gastrointestinal haya tenido la posibilidad de madurar. El momento adecuado para esto varía de un alimento a otro como así también de un bebé a otro.
Una vez que se ha desarrollado una alergia, el hecho de evitar con cuidado el alimento causal generalmente ayuda a prevenir problemas posteriores.

No hay comentarios:

Publicar un comentario