En la cuna me meciste,
en tus brazos me acunaste,
y con gran amor de madre,
!Cuántas cosas me enseñaste!
Me enseñaste que hay que darse,
que no es lo mismo que dar,
Me enseñaste a sonreir,
cuando tenía que llorar,
y me enseñaste a ser fuerte
en mi gran debilidad.
No me dejaste en herencia
ni un rosario de marfil...;
me dejaste un tesoro (de consejos)
y lo de ser como soy.
Eso...,eso te lo debo a ti.
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