Que te puedo contar de sufrir mal de amores, si siempre estás contando que te causan dolores. Si te ha sabido a mar la lágrima que derramas, al mar comparo yo,mi dolor tan profundo, que causaste al saber de tu amor compartido, a otras repartido, y peor aún, afreciendo de mis mismas palabras. Prometiendo que yo era, el amor de tu vida, tu verdad escondida y que hasta tí llegaban mis besos, mis caricias. Te lo voy a decir, una tormenta no es el pretexto perfecto, ya que pudiste encontrar mil maneras, de llegar a mi puerto. Yo creo, fué la verdad de verme tan cercana, de percibirme humana y con muchos defectos. Jovencita, no soy; por lo tanto no encajo, con lo que en mente traes, te causaría trabajo. Mi ilusión desfallece, se encuentra agonizante, mas no mi amor sincero, y aunque grite un te quiero, jamás podrá llegarte.
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